Leo vivia con unos impresentables para los que no era más que una carga y un estorbo ... vivia encerrado y sin salir. La única salida que realizaba al día era cuando le soltaban por la noche con la esperanza de que se perdiera y no volviera. Esta es la realidad de muchos perros que son comprados como objetos.
Suerte tuvo Leo de encontrarse con un Ángel, Diana, que le cuidó y luchó hasta encontrar la manera de sacarle de allí y darle la oportunidad de vivir. Al final esa família estupenda apareció y Leo ahora es un perro feliz que recibe el cariño, atención y cuidados que merece.
Sus nueva família dicen estar contentísimos de que Leo les haya adoptado a ellos.
Gracias Iván y Mónica por hacer que esta estrella brille y a Diana por rescatarla.
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